ANTES DE PARTIR
Duelo - Pérdida - Separación
Hoy en día, pensar en la muerte es tan natural para algunas personas que hasta pueden verla con humor. Sin embargo, también es cosa seria, por eso es muy importante informarse y reflexionar sobre qué se desea o cómo se quiere vivir los últimos días.
La medicina moderna ha incrementado la esperanza de vida para todos. En la actualidad, la expectativa de vida en México es de 72 años para los hombres y 77 para las mujeres. No obstante, los procedimientos médicos que salvan tantas vidas nos someten en algunas ocasiones a decisiones difíciles, sobre todo en lo que se refiere al uso de instrumentos que mantengan vivo en forma artificial a un enfermo en etapa terminal.
En respuesta a ello, en algunos países del mundo se han creado leyes de voluntad anticipada, que permiten expresar por adelantado el tipo de tratamiento médico que se desea recibir frente a enfermedades terminales y accidentes. En México, el Distrito Federal fue la primera entidad en autorizar una Ley de Voluntad Anticipada, en vigor desde 2012.
















Es un instrumento que permite a toda persona manifestar de forma libre, consciente, seria e inequívoca su decisión sobre la forma en que quiere ser tratada médicamente ante enfermedades terminales y accidentes.
Regula la ortotanasia o muerte digna, es decir, el otorgamiento de medidas médicas paliativas, que disminuyen el sufrimiento o que lo hacen tolerable, permitiendo así el apoyo emocional y espiritual a los enfermos terminales.
Asimismo permite a toda persona manifestar su decisión de no someterse a medios, tratamientos y/o procedimientos médicos que propicien la obstinación médica, es decir, el uso innecesario de medios e instrumentos para mantener vivo a un enfermo en etapa terminal.
Es importante señalar que en ningún caso el documento de voluntad anticipada promueve la eutanasia, entendida como todo acto u omisión realizado por personal médico que ocasiona la muerte de un ser humano.

La voluntad anticipada aporta tranquilidad, así como seguridad ética y jurídica tanto a los médicos como a los familiares. Su origen histórico se encuentra en Estados Unidos. Su avance y desarrollo se ha dado de la mano del reconocimiento de la dignidad y nomía individuales en el ámbito de la medicina y la bioética, a la par de los avances en de la protección de los derechos humanos.